El Mensaje de la Semana – Kóraj 20
Shalom a todos!
En esta época de corona en la que nos vimos obligados a volver a casa, recibimos la oportunidad de alejarnos de las cosas que nos distraen normalmente y no nos dejan, entre otras cosas, ser quienes verdaderamente somos. No solo las ocupaciones normales sino también la presión social, son factores que hacen que las personas pierdan una noción clara de quienes son y que vinieron a hacer. Estos días de cuarentena son entonces, un gran regalo que nos permiten volver a casa.
Volver a nuestra casa física, no es sino el comienzo de esta necesaria vuelta. El hombre se debe reencontrar con esa “amistad” a la que abandonó hace tanto tiempo. Se debe dar cuenta que las dificultades que ha encontrado en la vida han sido, en su gran mayoría, por haber perdido esa importante “amistad”. Debe llegar a la conclusión que si hubiera mantenido una conexión estrecha con ese amigo todo hubiera sido diferente, más feliz. Cuando se torna la mirada hacia afuera tratando de satisfacer necesidades como la autoestima y la honorabilidad, no solo que los intentos no tienen ningún fruto, sino que cada vez se siente más falta. De donde vendrá su autoestima. Mientras no se conozca, no sabrá a quien estimar.
Cuánto nos parecemos a Kóraj cuando estamos en ese plan. Kóraj también, contaba con muchas de las bendiciones que puede un hombre desear. Nada le fue suficiente. Buscaba suplir necesidades espirituales (o muy cercanas a lo espiritual) con cosas mundanas. Pensó que, con posiciones altas, aplausos y admiración podría satisfacer su necesidad de sentirse honorable, sentir que tiene valor.
De esa misma manera, el que descuida su parte interna, su verdadero yo. Abandona su casa buscando reforzar su autoestima, no va a encontrar sino dificultades y frustración. Se equivocó de dirección. El que piensa que en lo que ofrece esta tierra puede encontrar todo, incluso a sí mismo y su propio honor, pareciera que está dándole demasiada importancia a lo material, a la tierra.
Cuando dice nuestra Parashá “Que no sea como Kóraj y todo su grupo” parece que estuviera hablando con nosotros. Ciertamente, ese es el llamado de hoy: “¡Vuelve a casa! ¡Vuelve a ti mismo! ¡Detén tu equivocada búsqueda afuera!”.
Pareciera que, esa dependencia y apego tan fuertes hacia la tierra, no son sino una autoimpuesta “tragada de tierra” parecida a esa que tuvieron Kóraj toda su comunidad.
Shabat Shalom y muchos éxitos les desea,
Daniel Milhem.