El Mensaje de la Semana – Bereshit 20
Shalom a todos!
A pocos días de culminar el gran mes de Tishrei, el pueblo de Israel, que este año tuvo una experiencia diferente a la que está acostumbrado, hace un resumen de estos días que, no importa cómo, pero dejan una gran marca sobre aquellos que los viven de la manera correcta.
En Rosh Hashaná el Yehudí proclamó con alegría y temblor que, el mundo tiene un Creador y que Él, reina sobre todo. Esa gran proclamación incluyó un profundo reconocimiento, con tristeza y arrepentimiento que, me alejé de mi Creador, me alejé de la propia vida. Caí presa de mis instintos que prometían goce y libertad, para encontrar sólo frustración y sentimiento de gran vacío.
Al final de los días de arrepentimiento, llegó el gran día de Yom Kipur, en el que, no sólo define la suerte del año que apenas entra, sino que, en él recibo la posibilidad de volver, sin mejitzot, sin impedimentos, a apegarme a mi Creador, La Fuente de vida. Un día de introspección como ningún otro, en el que se dedican todas sus horas para aprovechar esa vía de regreso que provee el día, a través de la teshuvá.
Hay quién explica, que los días de Pesaj son los del shiduj de Israel para con su Creador, al sacarlos de Egipto. Shavuot, con la entrega de la Torá, son los Kidushín y Sucot, cuando Israel es invitado a entrar a la Sucá, las nupcias. Después de siete días de esa celebración, bajo la Sombra de la Fe, el Yehudí está preparado para la explosiva alegría de la Torá, en la que demuestra, con todo su ser, agradecimiento al Notén HaTorá que, generación tras generación, día tras día, melamed Torá leamó Israel (enseña la Torá a su Pueblo Israel). Es el clímax de ese proceso que empezó en Pesaj. En este día Israel es invitado al Jeder Yijud, donde se recluye con su Creador, su gran Amado.
Después de este gran proceso, el Pueblo sale con una renovada idea de la realidad. Reforzó su noción de que, Israel es uno con su Creador y con la Torá. En estos momentos, vuelve a los días “normales”, pero ahora, abrazando la Torá más fuerte que nunca y sintiendo el abrazo constante de su Creador. Entonces, no es de extrañarse que, los tropiezos y los golpes de este mundo, no lo intimidan, sabiendo que son nada menos que la Mano de su Creador, que lo conduce y guía en su gloriosa carrera, de conocerlo y apegarse aún más a Él, procurando su propia perfección y la perfección del mundo entero.
Shabat Shalom para todos,
Daniel Milhem.
IMPRESIONANTE!
Veezrat Hashem que tengamos jojma, bina vedaat para poder VER la mano del Creador en TODO y todo el tiempo.
Gracias por tan sabias palabras Rab Milhem, esperamos cada semana su dvar Tora.
Todas las brajot!