El Mensaje de la Semana – Bo 81
Shalom a todos!
En nuestra Parashá, cuando Moshé advierte a Paró sobre la plaga de los primogénitos, al comunicarle en qué momento debería ocurrir este gran milagro, llama la atención que, en vez de decirle el momento exacto, Moshé opta por decirle de manera aproximada. No hay razón para dudar que cuando Hash-m le comunica a su profeta algún mensaje que contiene información sobre algún evento que se debe suceder en un momento específico, cómo en nuestro caso, se lo dice con exactitud que, sólo Él puede garantizar. Es por eso que necesita una explicación, por qué optó Moshé a decir sólo la hora aproximada.
Rashi detecta esta dificultad y, después de contestar a su manera, trae un Midrash en el que nuestros Sabios también hacen alusión a esto. El Midrash explica que, Moshé prefirió decirle a Paró y a sus sirvientes que la plaga ocurriría alrededor de la media noche y no a su hora exacta, porque quiso evitar que los brujos del rey, al tratar de calcular el momento exacto de la media noche, se vayan a equivocar y al presenciar que la plaga no ocurre con exactitud a la hora que ellos prevén, inmediatamente concluyan que Moshé es falso. Por eso prefiere Moshé decirles solo la hora aproximada.
Una de las preguntas que surgen de este Midrash es que, incluso después de nueve demostraciones de poderío infinito que el Creador del mundo ha hecho acontecer sobre la tierra de Egipto. En las que, en su gran mayoría, su comienzo se fija con alguna acción de Moshé Su enviado y su conclusión se posibilita con su rezo. En que casi todas son antecedidas por una advertencia explícita y super detallada de lo que debía ocurrir, cuándo y cómo. Habiéndose cumplido todo con increíble exactitud. Y después de presenciar la destrucción casi completa de lo que, hasta hace poco era uno de los más grandes y poderosos reinos de todos los tiempos, todavía quede la posibilidad que, a raíz de un error de los magos, estos concluyan que Moshé es falso.
Estos magos, vale la pena aclarar, son hombres que, cada uno, contaba con sabiduría tan inmensa que, sin duda, sobrepasa la de todos los hombres de ciencia de hoy juntos. Con sólo estudiar un poco los hallazgos de la arqueología en esa zona del mundo que datan de esos días, se reconoce esta realidad histórica. Qué hace que hombres de esa estatura, con Paró a su cabeza, del que nuestros Sabios relatan que dominaba setenta idiomas, ¿caigan en tan ridículo error?
Antes de sepultar a los brujos egipcios ridiculizándolos de manera despectiva, vale la pena analizar nuestra propia experiencia. Hemos atravesado tiempos desafiantes como la humanidad no recuerda. Los “sabios” de nuestros días han tenido, por fin, que aceptar, frente a micrófonos y cámaras, eso que ellos tanto temen y consideran una vergüenza, “no sé”.
Después de todo esto, cuánto hemos avanzado en la emuná (fe) básica de que, como todo, también esto viene del Cielo y, como todo, de la misma manera que vino al mundo, así se va a ir. Es cierto que se requiere ser responsable con todas las medidas de seguridad, vacunas y que los hombres de ciencia sigan dedicando sus talentos para descubrir la manera de sortear este gran desafío. Así lo fija nuestra Torá. Pero por encima de todo, se espera que el hombre, por fin, acepte que no es sino un creado que está en manos de su Creador y que su salvación vendrá sólo cuando sea decretado por El.
Un análisis más detallado de este tema, lo encontrarás en el audio de la Clase 4 de Parashat Bo con Rashi.
Deseo a todos muy buenas noticias y un Shabat Shalom,
Daniel Milhem.