El Mensaje de la Semana – Mishpatim 81
Este mensaje es publicado para la elevación del alma del joven querido Aharon ben Shmuel veEsther. Que esté envuelta su alma en el Tzror Hajayim.
¡Shalom a todos!
En estos días, llegamos al momento del año en el que muchos, ya tenemos una memoria de cómo se vivió, hace un año, esa época de los comienzos de la pandemia. El virus que atacó tan fuerte a la población en esa zona grande de China y que, al principio la sensación era que no había que preocuparse de tan remota posibilidad de que afecte nuestras vidas, a estas alturas del año ya se sentía más cercana.
Pasó un año y, a diferencia de otros, es difícil decir que este pasó volando. Cada uno a su manera, cómo siempre, pero es difícil encontrar individuos que hayan pasado un año tan tranquilo y “normal” cómo los pasados. Muchas cosas cambiaron y, por lo pronto, seguirán cambiando. Aunque se ha empezado a sentir un poco de alivio en ciertas partes del mundo con las noticias alentadoras de los progresos con la vacunación, es muy temprano para saber cuál será el final de la historia. Incluso si la vacuna cumple con su tarea, si se considera el tamaño gigante de la población mundial, es de imaginarse que las naciones de más bajos recursos y capacidades, demorarán mucho hasta que logren controlar el feroz virus y las consecuencias, no queremos ni imaginar.
En nuestra Parashá, que viene después de la impresionante revelación frente a todo el Pueblo de Israel con la entrega de la Torá, la Torá narra cómo Hash-m enseña a Moshé, para que enseñe a Israel, las leyes correspondientes a todo lo monetario. Algo que llama la atención es, que la primera ley expuesta es la que tiene que ver con el individuo que, después de haber robado y haber sido descubierto, se revela que no tiene los medios para pagar lo que robó. La Torá enseña que el hombre en esa situación, tiene que venderse como esclavo por seis años para que, con la plata que se recaude, pueda pagar lo que robó.
Muchos preguntan, por qué escogió la Torá un personaje tan trágico y triste. Pudo muy fácilmente haber empezado con un hombre más loable, cómo el que presta dinero a un pobre o el que redime a un capturado de manos del enemigo. El Saba miKelm contesta que, al igual que el papá dedicado que, de todos sus hijos, el que más está presente en su pensamiento, es el más problemático. Porque, justo ese, necesita más atención, más guía, más rezo. A diferencia de este, los que se portan mejor, necesitan menos atención. De esa misma manera, caveyajol, el Creador del mundo, la primera ley que enseña a su pueblo, atañe al tratamiento que requiere ese hijo que robó. Como quien dice que, ese es el que más preocupa a Hash-m, su Papá.
El mundo ha pasado tiempos duros, cómo escribimos arriba. El sentimiento es el de una travesía sobre un mar bravo, cuyo final no se divisa. A estas alturas, cuesta imaginarse cuándo y cómo será la llegada a tierra firme. Cuánto ayuda, para pasar con éxito este viaje, entender este mensaje que encierra nuestra Parashá. Detrás de todo, o mejor, arriba de todo, está un Papá lleno de misericordia que lo que quiere es, el bien de sus hijos y que todo lo hace para su bien. No siempre se entiende. Nuestra capacidad es limitada. Quién puede decir que entiende los caminos de Hash-m. El secreto está en concentrarse en esta gran realidad. Llenarse de fe en la omnipotencia del Creador y su infinita misericordia que se divisa constantemente en las vidas de los que tan sólo deciden reconocerla.
Como ayuda importante, para reforzar esta fe, recomiendo mucho, escuchar las series de Shaar Habitajón y Meguilat Ester, que llenan de alegría y optimismo al que las estudia con cuidado.
Deseo a todos muy buenas noticias, jodesh tov y Shabat Shalom,
Daniel Milhem.