El Mensaje de la Semana Behaalotja 20
Shalom a todos!
El hombre del 2020 está pasando momentos difíciles. Su orgullo está puesto en prueba. No solo que este no ha podido lidiar con el virus que lo amenaza, sino que hoy, más que nunca, está cercano a aceptar que el origen de su orgullo, el gran avance en tantas áreas, no solo que no lo salva a la hora de la verdad, sino que es la causa de la gran mayoría de sus males.
En otros momentos de la historia, el mundo y especialmente los Estados Unidos, estaría en celebración extática por el logro de hacer llegar astronautas a la estación espacial internacional, en una nave novedosa, producto de un proyecto de la empresa privada. En momentos como este el hombre está distraído. Está ocupado tratando de evitar el contagio del virus y sumado a eso, observa con preocupación los efectos del racismo que, mucho antes del corona, ataca la salud y unión de la sociedad entera.
Si el hombre del 2020 se preguntara extrañado “¿Cuál ha sido mi error?”. Pareciera que nuestra Parashá le responde. Cuando esta instruye sobre la encendida de la Menora, en vez de usar la palabra “encender” usa la palabra “elevar”. También enfatiza que se enciendan sus luces en dirección de su propio centro. Como es sabido, la finalidad de la educación es elevar. La Torá utiliza el término “elevar” para darnos una pauta importante sobre nuestra tarea de educar. Cuando te eduques a ti mismo y a tu pupilo, ten como meta que el educado se dote con las herramientas para construir su verdadero mundo y no las de construir un mundo que es ajeno a él. La luz que debe emitir el educado a raíz de la educación es una que alumbra primordialmente hacia sus adentros.
La búsqueda del hombre y su proyecto de vida se encuentra en su propio ser. Investigar el mundo que lo rodea, construirlo y tratar de conquistarlo no es sino descuidar con irresponsabilidad la investigación, la construcción y la conquista de su verdadero mundo. El suyo propio.
Shabat Shalom a todos,
Daniel Milhem.
Rosh Kolel Birkat Abraham