El Mensaje de la Semana – Ekev 20
Shalom a todos!
Las semanas siguen pasando y no se divisa todavía un fin a esta crisis, que afecta a gran parte de la población mundial. Mientras varios laboratorios aseguran que están muy cerca de llegar a la última etapa en su procura por la vacuna, el jefe de la Organización Mundial de la Salud advierte que hay posibilidades de que no se encuentre, nunca, una adecuada para el corona. Países que, por varias décadas vivieron tranquilidad y opulencia, se enfrentan en estos días, después de meses de crisis, con altos niveles de desempleo y su consecuente descontento incluyendo protestas y manifestaciones que hacen aún más difícil el control del contagio.
Incluso en los pronósticos más pesimistas, la humanidad no soñó que a estas alturas de la historia llegaría un desafío de esta magnitud. Gobernantes que hasta hace poco manifestaban grandes talentos de liderazgo y control, revelan hoy incapacidad ante un reto que les queda muy grande. Como hacer que la economía no se derrumbe a la misma vez que se cuida la población del peligro a su salud y a sus vidas. Nuestros Sabios le llaman a cierto estado “jamar gamal”, comparándolo con uno que tiene como tarea transportar un burro y un camello a la vez. Para que caminen, el camello necesita que lo halen y el burro necesita que le den palmadas. Dicen nuestros Sabios que el que le toca esa tarea queda inmovilizado. Sin duda, el desafío que enfrentan los gobernantes en estos días es mucho más difícil. No solo que, al parecer, la salud del pueblo y la salud de la economía van en direcciones contrarias, sino que el daño de la salud es también el daño de la economía y viceversa.
En nuestra Parashá, Moshé Rabenu le enseña a nuestro Pueblo que, de la misma manera que un padre alecciona a su hijo, a veces con algo de aflicción, Hash-m alecciona a su pueblo. El Rambán explica que, la aflicción a la que se refiere Moshé es la que sufrió Israel en el desierto que, tiene como finalidad, que el Pueblo experimente más dulzura y goce cuando reciba la tierra de Israel. Vemos de aquí, que, para poder apreciar incluso los grandes regalos, el hombre necesita una etapa de preparación, en la que siente incomodidad e inclusive sufrimiento. Ya dijeron nuestros Sabios que los días previos a la redención final serán difíciles. Que urgente es para nosotros en estos momentos saber y entender esta lección. La humanidad está pasando un proceso indispensable. La incomodidad y el sufrimiento no solo la ayudan a corregir sus caminos sino que la preparan para la gran dulzura y goce de los días por venir.
Buenas noticias y Shabat Shalom para todos, les desea,
Daniel Milhem.