El Mesaje de la Semana – Ki Tavó 80
Shalom a todos!
La humanidad atraviesa en estos días uno de los sucesos que más impacto ha tenido en el mundo en los últimos tiempos. La pandemia a logrado no solo entrar con su terror a gran parte del asentamiento de la población mundial, sino que, con su alto contagio y su gran daño a la salud, ha traído con sí la caída de grandes economías y con eso pobreza que desde los tiempos de las guerras mundiales el mundo no había vuelto a vivir.
Como en todo lo que ocurre a nivel general o a nivel personal, también en esta pandemia con su cuadro devastador, aquel que mira con buen ojo, descubre la bendición y la caridad que acompañan al mundo en estos momentos. La magnitud de la bendición se va a hacer más manifiesta en la medida que pase el tiempo. Pero el individuo que entiende que todo lo que ocurre, a cualquier nivel, es la obra del Creador, tiene fe, no solo que todo es para bien, sino que dentro de esta dificultad hay gran jesed (caridad) de El que maneja todo lo que ocurre en su mundo.
Una de las historias que más llama la atención es la de una señora aquí en Israel que, después de pasar 20 años en estado vegetal debido al contagio de un virus que le causo desastres en los sistemas de su cuerpo, en abril, a los principios del corona, fue contagiada por este nuevo y peligroso virus. Después de días de estar entre la vida y la muerte, lo increíble ocurrió y no solo se curó del corona sino que también volvió a su fuerza original saliendo del hospital, caminando. Por razones de privacidad esta noticia se ha manejado con mucho recato y se ha publicado sin mayores detalles.
Si aprendemos tan solo esta lección. Si salimos de esta crisis con la convicción de que el mundo y todo lo que ocurre en él tienen un solo origen. La obra es toda del Creador del mundo y todo lo hace para nuestro bien, saldremos muy bien librados. Se requiere solo un análisis cuidadoso para descubrir los grandes milagros que nos han acompañado en estos meses. Ni hablar de las grandes bendiciones que seguro nos encontrarán al haber pasado esta crisis.
Esta lección está en nuestra Parashá. La Torá ordena que todo dueño de campo sembrado con ciertos tipos de frutos, tome el primer fruto de su cosecha cada año y lo lleve consigo al Beit Hamikdash donde, antes de entregarlo al Cohen deberá pronunciar una declaración. En esta agradece a Hash-m por la tierra de Israel que le regaló a nuestro pueblo y por su fruto. Lo más interesante es que una gran parte de esa declaración se ocupa en describir los momentos duros en los que Yaakov Avinu y nuestros antepasados se vieron envueltos. El mensaje es, que cuando el hombre decide agradecer a su Creador y lo hace con suficiente análisis y dedicación, pronto descubre que los aprietos y las crisis son parte importante de la gran bendición.
Buenas noticias y Shabat Shalom para todos, les desea,
Daniel Milhem.