El mensaje de la Semana – Vayishlaj 20

Shalom a todos!

El ministro de Eisav, el ángel que representa la fuerza espiritual de este, después de haber sido vencido por Yaakov, declaró que, Yaakov en dos batallas, la una contra fuerzas espirituales y la otra con hombres, en esas dos contiendas, venció. Rashi explica que esos hombres a quien Yaakov venció son Eisav y Laván.

La victoria contra Eisav la obtuvo Yaakov esa noche misteriosa en la que el ángel lo sorprendió, aprovechando que Yaakov, la columna de Torá, se encontraba a solas (como es sabido, las fuerzas del mal tienen fuerza contra el tzadik, en la noche y cuando este está solo). Yaakov en esa ocasión mostró, que había llegado a la cima de la perfección, ahí donde no hay fuerza en el mundo creado, ni siquiera en forma de un ángel, que logre derribarlo de su elevación.

Veinte años antes, camino a casa de Laván, Yaakov rezó a Hash-m poder volver a su tierra shalem, completo, perfecto y no afectado espiritualmente por su inminente encuentro con el malvado tío Laván. Allí pasa momentos muy duros en los que tiene exposición y es víctima del más grande de los tramposos que existió. Empezando por el cambio de Lea por Rajel y continuando con las condiciones terribles de trabajo y las exigencias ridículas en su labor como pastor. Terminando con el cambio cien veces de condiciones de remuneración, con lo que Laván procuraba privar de Yaakov el justo pago por su incomparable y extendido servicio. Ahora, después de todo esto, vuelve Yaakov shalem.

Llama la atención que nuestros Sabios consideran esto una victoria de Yaakov sobre Laván. Yaakov que sufrió los golpes y la injusticia de su malvado tío durante veinte años, ahora logra volver de ahí libre de daños en riqueza, en su cuerpo y en su Torá. Cierto que Yaakov no perdió, pero, el que propinó más golpes, ¿acaso no fue Laván? También, en el incidente del ministro de Eisav, ¿acaso Yaakov no salió cojeando?  ¿Si Yaakov venció, quiere decir entonces que Laván y Eisav perdieron?

Aprendemos de aquí que la realidad no siempre es como lo que se ve en la superficie. El éxito verdadero es el que se logra a nivel espiritual. Tanto Eisav y su ministro, como Laván con su gran fuerza de artimaña, trampa, mentira y más, tienen como tarea la de poner frente al Tzadik desafíos, en los que del Cielo ponen en prueba la integridad de este y le dan la posibilidad de elevarse al pasar estas con fe completa y confianza en el Creador.

Con esto mereció Yaakov el honroso nombre Yisrael, convirtiéndose en el Patriarca de la gran Nación. Laván y Eisav, por el otro lado, perdieron, no solo en su esfuerzo de dañar el bien y hacer tropezar al Tzadik, sino dejando en el mundo la marca vergonzosa de las raíces del mal y la pauta para los que vendrían después de ellos, a seguir sus pasos por los caminos del mal.

Deseo a todos muy buenas noticias y un Shabat Shalom,

Daniel Milhem.

Rosh Kolel Birkat Abraham

Leave a Comment